miércoles, 23 de abril de 2014

"Pensamientos Compartidos" Vol. VI

-Seguramente dos fechas importantes marcarán una vida en mi epitafio, la fecha de nacimiento y seguramente la de mi muerte. El resto no será grabado porque pensarán no es relevante. Joder, con lo importante que ha sido la vida para mí.
-Le pensaba y le escribía porque dibujando sus recuerdos aprendió a acariciarle desde la distancia.
-Se mostró tal y como era. Su amabilidad infinita y el amor eran su carta de presentación, pero la sociedad había vuelto a las cavernas.
-Estás a un recuerdo de distancia pero se me hace imposible traerte de regreso.
-Si algún día el cuerpo te abandona, recuerda que siempre te puedes reciclar en el de otro.
-Me he comprado un libro que aún trae entre sus hojas los restos de aquel café mañanero. Hermosa complicidad.
-Prometió ahogar con lágrimas aquel último suspiro, pero al verle tan indefenso, lo bañó, lo secó y lo acurrucó. Así de amable era su amor.
-¿Y si fuera árbol milenario? De esos que se alimentan de sus propios restos y no necesitan podas. Dejaría atrás las lacas y los tintes.
-¿Cómo lo hiciste?¿Cómo olvidaste? Porque yo lo intento pero la arena de mi reloj se esparce y no pasa el tiempo.
-La locura de amarte es lo único que me mantiene coherente.
-Bienaventurado tu amor que se olvidó del mío.
-Suspiros con ecos que me traen de vuelta soledades.
-Y las marcas hablaron de un pasado fraguado entre el odio y el rencor. Pero le oigo hablar y sé que su mayor cicatriz está en la mente.
-Tu amor ha sido mi mayor enigma.
-No hay silencios absolutos mientras en la mente los recuerdos nos sigan hablando en voz baja.
-Voluntad de darte una mirada que cuente todos mis deseos; pero escribir es, de momento, la única realidad que tengo.
-Brazos en par, pero sin pareja. Labios en par, pero sin pareja. Ojos en par, pero sin pareja. Te necesito para completar ese designio.
-Me despierto cada mañana con un concierto gratis de mirlos en mi jardín.
-Mañana cuando despiertes te invito a que te estires, que no se quede un músculo quieto.
-Ella le preguntó dónde van a paran los sueños y él sin ningún remordimiento le respondió: al suelo, se caen al suelo.
-Me voy cantando una canción que ni siquiera se ha escrito. A estas horas creo que me sobran letras.
-Si me das permiso para pensarte te aseguro que lo pasarás bien. Empezaré poniendo alas donde antes tenías cicatrices.
-Si me das permiso para pensarte te aseguro que lo pasarás bien. Empezaré poniendo alas donde antes tenías cicatrices.
-Escribo porque siento algo aquí que es por ti, por él o por ella, pero eres parte. -¿De qué? De todo.
-Sentimientos que se disfrazan de necios y almas creyendo que las máscaras de Venecia sólo hablan de romances.
-Puedo anestesiar tu dolor con mi hastío, pero algo me dice que el amor ha de comer y beber del alma.
-Dime si con el atardecer pediste lo que quedaba de mi.
-Días de asomarme al borde de tu abismo y no ver las palabras que para mi eran puentes. Que el miedo no lastime al que todo lo puede.
-Cuando la magia se apaga, no sé dónde se meten las letras. Flotan perdidas, buscando un hueco en el recuerdo que las haga inmortal.
-La almohada me guiña un ojo invitándome a esnifar un sueño que me tiene preparado contigo, el más ilegal.
-Te voy a soñar a mil fotogramas por minuto, así te prometo un sueño en el que te haga el amor a cámara lenta ¿Preparado?

                            -Emnis Campos Calzado.


No hay comentarios:

Publicar un comentario