Me dijo: "Tu evolución es más grande de lo que yo pueda imaginar, debes seguir creciendo, la mariposa ya está por volar. Aún eres duende y el azul del cielo te pertenece, no temas en mirar detrás del horizonte, la felicidad te espera. Vuela monarca, que sólo tú seas la que marque tu destino y ponga límites a tu alma aventurera. Sé que nunca me olvidarás porque estoy tatuado bajo tu piel, si algún día quieres regresar, aquí estaré, aunque sólo sea para que me susurres: Estoy bien mi amor, sigo volando".
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