-.Emnis
lunes, 28 de enero de 2013
"La llave de mi felicidad"
-.Emnis
domingo, 6 de enero de 2013
"Una chimenea para Santa Claus"
Por quitar la chimenea me he quedado sin
regalo, pero espero que los Reyes Magos sepan tocar el timbre de la
puerta, porque tampoco tengo arbolito y las puertas permanecieron
cerradas toda la noche.
Nací en un país donde a Santa Claus, Melchor, Gaspar y Baltazar se les denegaba el visado para entrar, donde la navidad era sólo un rumor entre religiosos y la única verdadera ideología se llamaba "COMUNÍSMO", con su Rey al más estilo "Papà Noel" pero enfundado en traje verde olivo y con la saca de regalo en la punta de sus dedos; el dedo era su varita mágica y las charreteras doradas con sus ramas eran las luces y guirnaldas. Las ilusiones eran otras, sin negar que fueran maravillosas.
En mi jardín no habían pinos, sólo cactus, y los regalos no llegaban, se buscaban y canjeaban con bonos de colores que mi madre guardaba en su cartera. Si, la ilusión era otra, diferente diría yo; un sueño traducido en recortes de papel que traían a casa granjitas llenas de animales, máquinas de cocer y reducidas muñecas soviéticas perfectamente arregladitas y que, sin embargo, habían nacido en China.
Nunca le he escrito una carta a los Reyes porque la magia de la navidad no venía incluida en el paquete. Aún hoy sigo mirando con incredulidad estas fechas, pero espero que dentro de mi cabeza idealista y ya fosilizada sigan renaciendo brotes verdes de cactus, pinares y luces de colores para dar la bienvenida a los Reyes Magos, porque aunque Noel no bajó nunca por la chimenea, mis medias solo se colgaban para secarse y los tres magos siguieron de largo hacia el Sur, ya preparo otra chimenea...Ah (un secreto): El año que viene el Claus lo tiene difícil, la chimenea es una estufa y tiene el escape un poco estrecho, no creo que quiera ponerse a dieta.
-. Emnis
Nací en un país donde a Santa Claus, Melchor, Gaspar y Baltazar se les denegaba el visado para entrar, donde la navidad era sólo un rumor entre religiosos y la única verdadera ideología se llamaba "COMUNÍSMO", con su Rey al más estilo "Papà Noel" pero enfundado en traje verde olivo y con la saca de regalo en la punta de sus dedos; el dedo era su varita mágica y las charreteras doradas con sus ramas eran las luces y guirnaldas. Las ilusiones eran otras, sin negar que fueran maravillosas.
En mi jardín no habían pinos, sólo cactus, y los regalos no llegaban, se buscaban y canjeaban con bonos de colores que mi madre guardaba en su cartera. Si, la ilusión era otra, diferente diría yo; un sueño traducido en recortes de papel que traían a casa granjitas llenas de animales, máquinas de cocer y reducidas muñecas soviéticas perfectamente arregladitas y que, sin embargo, habían nacido en China.
Nunca le he escrito una carta a los Reyes porque la magia de la navidad no venía incluida en el paquete. Aún hoy sigo mirando con incredulidad estas fechas, pero espero que dentro de mi cabeza idealista y ya fosilizada sigan renaciendo brotes verdes de cactus, pinares y luces de colores para dar la bienvenida a los Reyes Magos, porque aunque Noel no bajó nunca por la chimenea, mis medias solo se colgaban para secarse y los tres magos siguieron de largo hacia el Sur, ya preparo otra chimenea...Ah (un secreto): El año que viene el Claus lo tiene difícil, la chimenea es una estufa y tiene el escape un poco estrecho, no creo que quiera ponerse a dieta.
-. Emnis
sábado, 5 de enero de 2013
"Te debo una carta"
"Para que tu me oigas mis palabras se adelgazan como las huellas de las gaviotas en la playa"...Neruda.
Era el año 1999 y así empezaban aquellas letras que han quedado tatuadas para siempre en mis pensamientos. Una carta llena de infinita bondad. Cuatro hojas llenas de principio a fin con el más bello y dulce recuerdo de una increíble y delicada amistad. Su contenido en sí ya es una eterna poesía en mi gastado diario.
Una y otra y otra vez desenfundo la misiva de su sobre rasgado y mi espíritu se regocija con frases y oraciones rubricadas por la fe de quien un día me amó y que años después entregó sus pensamientos a un ser que para él ,"es supremo". Bendecido por las eruditas escrituras de la biblia, sus palabras ahora me transmiten reflexiones y ante mi incredulidad vi como el dueño de estas delicadas y pulcras palabras me recuerdan una y mil veces lo dueña que fui de una de las etapas más libre de su vida, donde según me cuenta, volvió a nacer...
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