Que alguien traslade las palabras de Cervantes al castellano
moderno, eso no tiene precio. La “Magnum
Opus” de Saavedra para tener más de 400
años aún se mantiene joven. Y como un bebé recién nacido en pleno siglo XXI , en el mismísimo 2015,
llega por fin a mis manos lo que yo pudiera decir, el diccionario real de la
lengua española moderna de Don Quijote
de la Mancha. Sentirme ahora mismo tan cerca de esta obra maestra, es
como volver a ser niña otra vez. La
primera vez fue fascinante, era de lectura obligatoria en la escuela, aún así ya
me parecía fascinante. En aquellos
momentos entendí un poco la historia, gracias a nuestra profesora de literatura
y español , que párrafo a párrafo nos fue destripando las locuras del quijote,
mientras buscábamos en el diccionario
algunas que otras palabras que solo Cervantes entendía. Pero aquella historia más allá de su famoso encabezado,
quedó como una nebulosa en mi cabeza y
desapareció. Años después, mientras ya trabajada
en Cárdenas, estuve alquilada en una casa
donde había una caja llenita de libros viejos que guardaba la dueña. Yo
no pedí permiso para mirar y hurgué como una sabandija entre aquellos tomos y allí me encontré con
el Quijote y Sancho en versión
Castellana original, solo por el aspecto que tenía el libraco me emocioné y días después comencé a leerlo, pero el condenado era tan gordo y tan
complicado, que lo dejé a un lado. A mi el español no se me daba nada mal, pero estaba a cien años luz de aquel lenguaje tan antiguo. Lo más cerca que estuve de un español nativo fue de mi abuelo Avelino y encima hablaba gallego . Luego pedí comprárselo a la señora, pero me
dijo que era de su difunto marido y que aunque ella no lo leería, tampoco lo
vendería y lógico, una pieza como esa, vieja, bien vieja, empolvada y original,
no tiene precio. Me quedé con las ganas.
Pero las señales se sucedieron después. Un día llegué
a España, me compré un coche y una noche llegó mi esposo con un regalo para mí.
-. Emnis Campos Calzado. (E)
Un llavero, un llavero del que colgaba un sombrero típico manchego y dentro de el a relieve El Quijote y Sancho Pansa.
Y desde entonces hace ya cinco años que cuelga de mi llavero tan hidalgo caballero y su fiel
escudero a los que cada día veo, cada día escucho y cada día me roza el muslo mientras conduzco,
como diciendo:
- Estamos aquí. ¿Os acordáis de mí?
Entonces, entre lectura y lectura, me encuentro con esta
frase de Vargas Llosa que dice: “En la versión de Trapiello la obra de Cervantes
se ha rejuvenecido y actualizado, sin
dejar de ser ella misma, poniéndose al alcance de muchos.” Y ahí
me incluí. -. Emnis Campos Calzado. (E)
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