miércoles, 5 de marzo de 2014

"Luisa"


    Todo cuanto recuerdo de ella permanece aún atado entre los restos de aquel jolongo bajo sus escuálidos brazos. Yo era pequeña y para entonces mi mayor curiosidad además de explorar lo que había más allá de las fronteras de la casa, era hurgar hasta el cansancio del día, los tesoros que celosamente guardaba mi abuela Luisa entre aquellos retazos de telas y trapos. 
    Aferrada  a las migajas de su colecta, velaba cuidadosamente sus efímeras pertenencias. Cabos de cigarros que fumaba como nuevos, fósforos, palos, recortes de papeles y algún que otro trasto. Auténticos tesoros para quien ignora la realidad y hace de su mundo un saco y basura para mi, cuando aún no sabía el verdadero valor que tenía un tabaco. Ni siquiera me detenía a pensar que con los años la carioca de mi abuela, necesitaba su espacio.
    Sumábamos una pandilla de auténticos primos; una prole indomable para la abuelita Luisa, que como una experta ganadera trataba de ponerle orden al infantil ganado que la jodía hasta el cansancio. Su falta de cordura no era suficiente ante mis ojos y en el empeño por saber hasta donde era capaz de llegar, atormentaba entre juegos  y palabras  su tranquilo estado de ánimo, hasta que estallaba en cólera dejándola aún más fuera de su ya dañado juicio.
     Pero me encantaban los momentos en la que la veía sentada, sosegada, tranquila en su taburete, tomando a sorbos un jarrito de café caliente y calando humo con auténticas chupadas que sólo ella sabía darle a sus cabitos; y era en ese instante donde yo recuperaba la cordura de niña buena y le preguntaba infinidades de cosas. Quería escucharle decir verdades camufladas entre el relámpago del buen juicio y su delirio y allá iba su maltrecha memoria describiendo historias adornadas con hermosos disparates que mi mente infantil entendía como ciertas.
     Disfrutaba verla con su pañuelo anudado en la cabeza, su pelo blanco como una perla, largo y liso, unas veces revuelto otras recogido y me sentía importante cuando penetraba su blindado espíritu y dejaba que a duras penas le desenredara la cabellera  o le decía que se abotonara bien el camisón porque sus pecho veía.
     Tenía unos impresionantes y brillantes ojos azules, era delgada, medio encorvada, con sus uñas largas y limadas. Caminante, preguntona, silenciosa, peleona, estrujada, bañada, pensativa, triste, perdida, disgustada, asustada, cansada, risueña, confusa, pendiente, rabiosa y tarada, pero hermosa hasta las mismas zanjas de sus arrugas.
    Belén le decía ella a mi madre y Belén me llamaba a mi también, creo que ese nombre le gustaba.  Mi vieja Luisa, mi abuelita, que feliz me siento cuando te recuerdo.

   Tu Bisnieta Emnis.

   

viernes, 28 de febrero de 2014

"Siempre retorna"

"Sé que te sientes perdida ahora, pero no te preocupes; jamás se pierde nada ni se puede perder: El cuerpo inerte, viejo, frío, con las ascuas restantes de fuegos anteriores, llegado el momento, de nuevo estallará en llamas." (The Notebook-Walt Whitman)

 Cuando el amor camuflado aún bajo la piel se resista, brotará entre las caricias rascadas por las manos temblorosas de tu pareja marchita; porque el amor, una vez que habita el cuerpo, no importa dónde se refugie el alma, siempre retorna amor, siempre retorna, para devolver la dicha de morir en calma.
-.Emnis

sábado, 22 de febrero de 2014

"AMOR vs. AMOR"


El amor es un síndrome crónico.
Es un yonqui despierto y cegado, un figura.
Un obseso aferrado a tu cuerpo sin remedios ni cura.
Es manía, es locura que quema, es amor que se olvida.

El amor es la paz de la vida,
es delirio, es pasión y armonía.
Y en un día cualquiera un suicida que estalla en mentiras.  
Y es poesía en un beso, un abrazo, también una orgía.

El amor es un don pasajero,

polizón en el tren de la vida.
Picadura en la sien, en la herida.
Es elixir, la copa, es la vida.

El amor es un joven travieso.

Es delito en la esquina.
Es matar por aquel que domina.
Es razón de crear, otras te aniquila.

El amor es un clon de palabras, 

laberintos de engaños, verdades divinas.
El amor es volcán que extermina
y se apaga en la orilla del mar que le mira.

Es vuelo sin alas, caída en picada.

Accidente de un beso en el borde, en la cama.
El amor pronunciando al oído
las frases bonitas y algunas guarradas.

El amor es un falso prodigio, un talento, 
es un genio con don de embustero y mendigo.
Es mujer, hombre, el amor es un niño.
Es mi gato, mi perro, es mi amante y mi amigo.
El amor es todo. Viaja conmigo.


-. Emnis Campos Calzado.

sábado, 8 de febrero de 2014

"Apología de un amor secreto"

   Me dijo: "Tu evolución es más grande de lo que yo pueda imaginar, debes seguir creciendo, la mariposa ya está por volar. Aún eres duende y el azul del cielo te pertenece, no temas en mirar detrás del horizonte, la felicidad te espera. Vuela monarca, que sólo tú seas la que marque tu destino y ponga  límites a tu alma aventurera. Sé que nunca me olvidarás porque estoy tatuado bajo tu piel, si algún día quieres regresar, aquí estaré, aunque sólo sea para que me susurres: Estoy bien mi amor, sigo volando".

sábado, 31 de agosto de 2013

"Bendito cuerpo"

   Fueron curvas moldeadas con el tiempo. Cada cosa en su lugar respetando las medidas. Nada sobra, no hay defectos. Es la anatomía de la poesía esculpida en cada tramo de piel.
   Hay versos escondidos, claves que vibran y rincones atestados de energías que al tacto reaccionan en cadena, eclosionan, se disipan y vuelven a la carga una y otra vez.
   Es mi cuerpo una especie de escritura en braille, tendrás que tocarlo para entenderlo. Cada centímetro un signo, cada relieve es un hito que no se cansa de insistir en ser palpado, amasado, ingerido.
   Ya no hay misterios, no hay caminos, el cuerpo es un prado fiel donde se puede pastar hasta la saciedad  y detrás de cada beso,  siguen creciendo ganas.
-.Emnis.

jueves, 22 de agosto de 2013

"No es mi culpa haber nacido con alas"

"No temas si tus demonios se alborotan frente a este ángel corrupto, no sabe de quedarse quieto, le va el amor." Emnis.


jueves, 15 de agosto de 2013

"Mariposas en el Estómago"

Las creí perdidas. Habían volado hacía ya mucho tiempo. Las perdí de vista al final de las llanuras, allí donde mis ojos no alcanzaron  ver sus delirantes aleteos. Zarparon como para perderse en un mar de vientos huracanados y jamás volví a sentirlas. Con los años quedó una calma intensa, una brisa ligera y las crisálidas no volvieron a por mí. Fueron tantas las noches en las que abrí la jaula de mi pecho por si alguna regresaba y quería refugiarse nuevamente en mi vientre, pero nada. Vientre plano, vacío, inerte, sin sensaciones ni movimientos, así quedé. Lo más seguro es que quedaron atrapadas en algún estómago intranquilo de algún cuerpo enamorado, en algún lugar de este mundo, pero no aquí. Aquí sólo me envolvía la rutina de un diario repleto de recuerdos, amasados hasta la saciedad y venerado hasta en los sueños, pero nada más.
Veinte años después, entre la maraña y la confusión de un día tranquilo, vi aparecer ante mis ojos una nota dibujada en las frágiles alas de una bella  monarca, decía: "Te he buscado en todas partes y te he encontrado."
Regresaron, regresaron como regresan las tortugas a poner los huevos en el mismo lugar que les vio nacer, en la misma playa, a la misma hora, en el mismo nido. Y vuelven  a saltar sobre mi pecho y en su delirio por hacerme feliz llegan al centro de mi vientre y retozan sobre las viejas huellas que una vez dejaron...Gracias por devolverme las mariposas que una vez perdí.
 -.Emnis Campos Calzado.